¿Qué son los adaptógenos?
Los adaptógenos son sustancias naturales (plantas, hierbas, frutas, raíces y hongos no tóxicos) que ayudan al cuerpo a resistir los estresores físicos, químicos y biológicos. El término “adaptógeno” no es nuevo. Se lleva utilizando desde 1947, pero las sustancias a las que hace referencia se han utilizado en la medicina oriental durante siglos. El conocimiento de que esta sustancia tenía la capacidad de equilibrar el cuerpo se fue transmitiendo de generación en generación.
Algunos adaptógenos básicos son:
- Ashwagandha
- Regaliz
- Cordyceps
- Eleutero
- Ginseng
- Rhodiola
- Schisandra
- Shilajit
- Albahaca sagrada
Una de las claves de ese conocimiento transmitido de generación en generación sobre los adaptógenos, es que tienen un efecto “normalizador” en el cuerpo. Esto quiere decir que son capaces de ayudar al organismo a luchar contra los estresores.
¿Cuáles son los beneficios de los adaptógenos?
No se trata de una solución rápida que se vea de la noche a la mañana, pero lo que está demostrado es que funciona. Además, los adaptógenos tienen muchos beneficios para la salud y es por ello por lo que todo el mundo habla tanto de ellos:
- Ayuda a reducir los síntomas de la fatiga, el estrés o la ansiedad.
- Aportan energía.
- Ayudan a relajarse y a conciliar mejor el sueño.
- Favorecen la concentración.
- Refuerzan el sistema inmunológico.
- Ayudan al equilibrio hormonal.
¿Cómo saber si una planta es o no un adaptógeno?
No nos equivoquemos. No cualquier planta es un adaptógeno. Hay criterios muy específicos que una planta debe cumplir para ser bienvenida a esta categoría tan especial:
- Debe ser no tóxica
- No debe crear hábito
- Debe ser capaz de estabilizar los sistemas del cuerpo con el tiempo
- Debe producir una respuesta no específica, ayudando al cuerpo a reaccionar contra su estado actual de estrés.